martes, 12 de julio de 2011

De herencias negadas leyendo a Galeano

Un maravilloso texto de Espejos, último libro de Galeano, que nos permite reflexionar sobre la falta de reconocimiento que suele ofrecer la cultura "occidental" a las culturas que no son occidentales. Tal como los moros de Galeano, muchas culturas han aportado mucho más de lo que creemos a la historia de la humanidad, pero claro, desde Europa nos han educado para no poder verlo. Un ejemplo de situaciones de ignorancia cultural que se repiten en todo el mundo... Hermoso relato que impacta por su simpleza y su profundidad al mismo tiempo. Aquí lo presento mientras sigo leyendo "Espejos", a ver que encontramos para guardar en nuestra cajita...

La herencia negada (del libro Espejos, de Eduardo Galeano, pag 110)


Una noche en Madrid, pregunté al taxista:
-¿Qué trajeron los moros a España?
-Problemas -me respondió, sin un instante de duda ni vacilación.
Los llamados moros eran españoles de cultura islámica, que en España habían vivido durante ocho siglos, treinta y dos generaciones, y allí habían brillado como en ninguna otra parte.
Muchos españoles ignoran, todavía, los resplandores que han dejado aquellas luces. La herencia musulmana incluye, entre otras cosas:
la tolerancia religiosa, que sucumbió a manos de los reyes católicos;
los molinos de viento, los jardines y las acequias que todavía dan de beber a varias ciudades y riegan sus campos;
el servicio público de correos;
el vinagre, la mostaza, el azafrán, la canela, el comino, el azúcar de caña, los churros, las albóndigas, los frutos secos;
el ajedrez;
la cifra cero y los números que usamos;
el álgebra y la trigonometría;
la obras clásicas de Anaxágoras, Ptolomeo, Platón, Aristóteles, Euclides, Arquímedes, Hipócrates, Galeno y otros autores, que gracias a sus versiones árabesse difundieron en España y en Europa; las cuatro mil palabras árabes que integran la lengua castellana; y varias ciudades de prodigiosa belleza, como Granada, que una copla anónima cantara así:

Dale limosna, mujer,
que no hay en la vida nada
como la pena de ser
ciego en Granada. 

6 comentarios:

  1. Celebración de la amistad. Por Eduardo Galeano.

    En los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre.

    En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana, por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y llave por...

    -Llave, por llave -me dice Mario Benedetti.

    Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron.

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  2. Muy lindo y muy apropiado para este 20 de julio... Feliz día, amiga querida!

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  3. Muy creativo y muy lindo. Un gran collage de voces...

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  4. qué buen comienzo para este blog. Esperamos ver más textos con esta calidad. La Cajita Agita!

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  5. Cada ser nace
    para vivir su vida
    y la de otros

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  6. Gracias por los comentarios! Prometo nuevas entradas mañana mismo... ya las tengo seleccionadas.Pronto tendrán novedades!

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