viernes, 22 de julio de 2011

Galeano y una particular anécdota sobre la Independencia de Brasil

Para quedarse pensando en las herramientas culturales que se ponen en juego a la hora de construir la imagen de los próceres, para que queden en la inmortalidad de la historia. Este texto desmitifica el relato oficial de la Independencia de Brasil, inmortalizado en la obra de Pedro Américo de Figueiredo e Meló. Bien por Galeano,  para recordar que los bronces también fueron seres humanos... 

El arte oficial en Brasil
El pincel de Pedro Américo de Figueiredo e Meló, artista del género épico, ha retratado para la inmortalidad el sagrado instante.
En su cuadro, un airoso jinete desenvaina la espada y lanza el grito vibrante que da nacimiento a la patria brasileña, mientras posan para la ocasión los Dragones de la Guardia de Honor, armas en alto, y flamean al viento los plumajes de los cascos de guerra y las crines de los caballos.
Las versiones de la época no coinciden exactamente con estas pinceladas.
Según esas versiones, el héroe, Pedro, príncipe portugués, se agachó a orillas del arroyo Ipiranga. Le había caído mal la cena y estaba quebrando el cuerpo para responder al llamado de la naturaleza, al decir de una de las crónicas, cuando un mensajero trajo una carta de Lisboa. Sin interrumpir su tarea, el príncipe se hizo leer la carta, que contenía ciertas insolencias de sus reales parientes, quizás agravadas por su dolor de barriga. Y en medio de la lectura, se alzó y echó una larga blasfemia que la historia oficial tradujo,
abreviada, en el famoso grito:
Independência ou morte!
Y así, esa mañana de 1822, el príncipe arrancó de su casaca las insignias portuguesas y se convirtió en emperador del Brasil.
Años antes, otras independencias habían querido ser. En Ouro Preto y en Salvador de Bahía. Habían querido ser, pero no fueron.

1 comentario:

  1. las grandes frases celebres inmortalizadas como "ultimas palabras" tampoco deben haber sido tan épicas probablemente. suerte de los heroes del siglo xix que zafaron de los celulares y las camaritas que registran todo.

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